lunes, 26 de diciembre de 2011

Víctimas y victimarios

Debido a una interesante discusión virtual de hace unos días decido escribir este artículo hoy.
Una vez mas he de colocarme en el único papel que me se y es el de mujer, pido disculpas a mis amigos lectores porque por mas que trato no logro adentrarme en su cerebro que ustedes definen como sencillo y que tal vez en ello se asiente su complejidad para nosotras.
Pues bien, el tema de la discusión no era precisamente este pero se tocó y me parece interesante. En este momento histórico, cuando se supone estamos en franca evolución como especie y sociedad es un tanto sorprendente que en muchas cosas sigamos arrastrando ideas de hace mil años y peor aún, se consideren correctas, muchas veces de manera inconsciente.
Hablando de víctimas me doy cuenta que las mujeres tendemos a colocarnos en ese papel constantemente y mas aún en relación al hombre. Así desde niñas somos frágiles y dulces, si un niño de nuestra misma edad nos pone una patada seguro fue por malo y abusivo, porque a una mujer no se le toca "ni con el pétalo de una rosa", no importa que a los 5 años la fuerza física sea la misma entre ambos géneros ni tampoco importa que la niña haya fastidiado al niño en cuestión hasta acabar con su paciencia; en cambio si la pequeña golpea con todas sus fuerzas al niño, este deberá aguantarse bajo el argumento de que a las mujeres no se les pega (insisto, esa distinción de género es poco realista en la infancia en todos los sentidos a esa edad). De esta manera estamos sembrando un par de semillas importantes: la niña puede agredir, golpear, gritar, desesperar y el niño debe aguantar por dos razones: las mujeres son delicadas y se rompen y son medio mensas porque no saben controlarse. Así vamos comenzando con las ideas retrógradas.
Mas adelante, en la adolescencia las cosas se han agudizado un poco y ahora además de tener derecho a golpear a un hombre impunemente también aparece el derecho de chantajear. Desafortunadamente es una conducta muy generalizada y avalada (que no todos la aceptamos y seguimos); así las mujeres lloramos para conseguir algo, tenemos accesos nerviosos justificados, podemos ser incongruentes en nombre de las hormonas y los hombres deben aceptarlo. Una vez mas caemos en la situación de víctima, respecto a los hombres (que de la familia hablaremos en otro momento) ya que el jovencito que quiera salir con nosotras deberá aceptar berrinches, corajes, cambios de humor y hasta groserías, mientras que él tiene que comportarse inteligentemente y manejar nuestras acciones. se vuelve a reforzar el punto de mujeres hormonales, frágiles y medio tontas frente a hombres comprensivos, inteligentes y fuertes.
Una vez formada la actitud a tomar en la vida seguimos alegre e inconscientemente con ella, sin pensar en los resultados que nos dará. Las mujeres jugamos a tener todos los derechos pero ninguna obligación, podemos llorar, gritar, amenazar e incluso golpear; el hombre deberá ser magnánimo y entenderá que somos nerviosas, inquietas, sensibles, y aguantará todo,  hasta cierto punto porque dentro de sus derechos por ser mas inteligente estará el de tener mas de una pareja (pobre, tener que aguantar a una loca que le hace berrinches es demasiado, así que debe encontrar el equilibrio en otro lado).
Así hemos creado las actitudes que seguiremos toda nuestra vida las cuales serán mas o menos: "si un hombre sale con otra mujer además de su esposa es un patán, si una mujer lo hace es porque no recibe la atención suficiente", "si un hombre agrede a una mujer es un monstruo, si una mujer le avienta el sartén a un hombre estaba enojada".
Hemos caído en un punto en el que nos victimizamos, jugamos a ser superiores explotando las peores características que hemos aprendido a identificar como de género, somos fuertes y valientes a conveniencia ya que en cuanto provocamos una situación que nos parece desfavorable, asumimos el papel de víctimas y culpamos totalmente a los hombres (sea pareja, padre, jefe, compañero de trabajo) que no digo que sean por supuesto la inocencia vestida de blanco pero definitivamente no son los malos del cuento. Siempre que escucho a las mujeres quejarse de los hombres, decir que son lo peor del mundo, que todos son mentirosos me pregunto ¿entonces que necedad de tener uno al lado? sin contar con que me parece lo mas injusto del mundo ya que no es matemáticamente posible que el 100% sean malos.
Mientras no aprendamos que los derechos traen obligaciones y que si buscamos una igualdad en los primeros debemos asumir los segundos estaremos en desventaja y si seguimos explotando esa imagen de víctimas con tanta libertad, en el momento en que nos llegáramos a convertir en una nadie nos tomará en serio.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Anarquía al volante

Hacía ya tiempo que no conducía en el DF, al menos no con regularidad y en horas pico y no puedo menos que declararme sorprendida y un tanto asustada: la anarquía y la falta de respeto han tomado las calles.
Una de las emociones mas intensas en la vida es manejar en el DF, siempre ha habido demasiados autos, demasiada gente y lo mas interesante, transporte público; lidiar con camiones y micro buses es algo que hay que vivir para comprender, al menos en DF es un tema serio ya que por alguna razón parece que para ellos el resto de los autos no existen y los peatones, si no se les ven trazas de potenciales clientes son descartables; los habitantes de esta metrópoli hemos aprendido a convivir con ellos con reglas muy simples pero que todos aplicamos con una especie de intuición: si eres conductor jamás le das el paso a un micro bus porque corres el riesgo de que se detenga justo delante de ti, así sea en el carril de alta, para bajar a la gente; el mismo caso es con los taxis con quienes además se presenta un sentimiento de venganza que hace que bajo ninguna circunstancia les permitas pasar delante de ti ya que ellos literalmente avientan el auto con tal de no dejarte pasar. Si eres peatón desarrollas una especie de clarividencia para adivinar si el transporte en cuestión se detendrá en la parada o tres calles adelante, si decidirá estacionarse en una esquina a esperar que llegue gente que quiera subirse independientemente de semáforos y tiempo o manejará como bólido sin importarle que la gente necesite bajarse o subirse.
Todas estas características parecen ser contagiosas, ya que ahora que vuelvo a mi querida ciudad me doy cuenta con terror que los automovilistas han adoptado algunas y las han llevado mas allá, además de que los conductores de transporte público parecen haberlas refinado aún mas; así me he encontrado con que en avenidas donde los letreros de "No Estacionarse" están plantados cada tres metros, hay autos en fila que casi agarran el letrero para que les haga sombra; los altos son respetados en avenidas, pocas veces en calles pequeñas y con aproximadamente 30 segundos de retraso, es decir que con luz roja aún pasan de 10 a 20 autos; los peatones ya no saben nunca a que atenerse ya que ahora no sólo se tienen que cuidar de los micro buses que era un tema dominado, sino que ahora deben cuidarse de cualquier vehículo porque ninguno respeta las señales de tránsito. En el tema de estacionamiento las cosas son igual, los autos se detienen en doble fila bajo el pretexto de estar esperando a alguien (quien puede tardarse hasta una hora) o a veces sin pretexto alguno, en dos semanas tuve que salir a pedirle al menos a 3 personas diferentes que retiraran su auto de mi cochera, a algunas en dos diferentes ocasiones (no se si se trata de necedad, falta de memoria o simplemente no les importa). En estacionamientos públicos es frecuente encontrar autos ocupando dos espacios o en los espacios para discapacitados sin tener uno solo entre los pasajeros, también es costumbre entrar en sentido contrario en algunos carriles con tal de "ganar" un lugar.
Si hablamos de peatones la cosa no mejora porque al parecer se ha difundido la idea de que son inmunes al atropellamiento y de que por caminar no deben respetar señalamientos, así la gente atraviesa las calles en cualquier parte, no importa que al llegar al otro lado deban brincar un seto de 70 cm de alto, usan trayectorias diagonales o en zigzag entre los autos que están esperando avanzar con conductores generalmente impacientes y que al menor descuido aprietan el acelerador o atraviesan avenidas justo debajo de donde está colocado un puente peatonal. Claro que no toda la culpa es de ellos, si el puente peatonal está cada 2 km, si el micro bus está en el carril de alta y ahí hay que abordarlo o si los automovilistas deciden esperar la luz verde justo sobre las líneas peatonales, a la gente no le queda otra que atravesar por donde se pueda.
Transportarse en la Ciudad de México se ha vuelto un deporte extremo, siempre fue difícil pero ahora la falta de respeto al prójimo sumada a una retorcida noción de los derechos lo ha hecho algo desagradable, complicado, peligroso e irritante, nos hemos convertido en verdaderos salvajes y hemos perdido toda capacidad de respeto ya que no somos capaces de seguir las indicaciones o señalización si no hay alguien que nos obligue a hacerlo y en la primera oportunidad infringimos todas las reglas aún cuando hacerlo nos coloque en un muy evidente riesgo; la cultura tan difundida de "soy muy listo y lo demuestro infringiendo cuanta regla me pongan enfrente" se ha vuelto nuestra bandera y hemos llegado a extremos en donde hacer las cosas incorrectamente es mas difícil y aún así lo hacemos con tal de ir en contra de la regla.
Es importante aprender a estar en contra de lo que vale la pena y a no derrochar fuerzas en acciones inútiles que sólo demuestran falta de criterio, si hemos de ir en contra de algo, deberá ser algo que valga la pena y nos reporte beneficios mas allá que la comodidad inmediata, de otra manera estaremos desperdiciando energía en acciones banales, colocándonos en el papel de seres no pensantes que ni siquiera somos capaces de cuidarnos a nosotros mismos.

lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Hasta que la muerte nos separe?

Uno de los temas mas recurrentes en nuestra sociedad es el matrimonio, es una meta en la vida (a veces la única), una realización, un deseo, una cuestión práctica, una obligación, hasta un error. Para la mayoría de las mujeres es un asunto muy importante, prioritario, indispensable; para la mayoría de los hombres es una obligación, una necesidad social, un paso ineludible. Gracias a estas apreciaciones la decisión de contraer matrimonio es muy importante y necesaria para ambos géneros por lo que llega un momento en la vida en que una buena parte de nuestras energías se concentran en ello; ahi es donde empiezan los problemas.
Cuando comenzamos a salir con alguien que nos atrae y en quien pensamos como candidato al matrimonio lo primero que hacemos es recurrir a la mercadotecnia, es decir ensalzar nuestras virtudes y ocultar nuestros defectos pero no se queda ahí, que de por si ya es bastante grave, sino que además nos adornamos con características que no tenemos pero que creemos que el otro (a) busca y que en realidad están dadas por los ideales que nos proponen en los medios; así las mujeres se vuelven delicadas y dulces, comprensivas hasta la estupidez, cariñosas y atentas, claro con un buen drama de celos de vez en cuando para que "él sepa cuanto lo quiere" y actitudes de señorita victoriana (espantarse con las "palabrotas", criticar a cualquier mujer atractiva que se acerque, moralistas recalcitrantes, etc). Hay otro estereotipo al que se recurre cuando una no es "tradicional" y es comportarse como diosa, inaccesible y displicente, exhibir nuestras opiniones en el momento mas inoportuno (porque somos honestas y no nos importa el "que dirán") y dejar sentado que somos independientes y no sabemos cocinar.
Por otro lado los hombres también practican este deporte y los tradicionales son caballerosos tipo novela del siglo XIX, no soltarán "palabrotas" a diestra y siniestra por respeto a su novia, visitarán a los padres aunque se aburran mortalmente, aceptarán ver películas cursis y soportarán estoicamente todos los berrinches de su princesita; el otro estereotipo, el liberado y moderno, usará lenguaje vulgar, aceptará que su mujercita no sepa nada del cuidado de una casa y aplaudirá todas sus demostraciones de "libertad".
Estas actitudes son demasiado definidas para ser reales: nadie somos totalmente tradicionales ni totalmente liberales, todos tenemos características propias que no encajan completamente en ninguno de los moldes; pero como estamos enfocados en la campaña matrimonio pasaremos por alto las incongruencias y así llegaremos al clímax de todo este trabajo: casarnos. Y es ahi donde las cosas se desnudan, nos mostramos tal y como somos pero lo que es mas importante: vemos al otro tal y como es. Las mujeres tolerantes con la borracheras del novio dejarán de serlo con las de su ahora marido, las salidas con amigos dejan de ser aceptadas porque, tal y como nos enseñaron, los hombres son unos infelices que a la primera oportunidad se irán con cualquier mujer que les pase enfrente (lo que significaría que los hombres no tienen el menor espíritu de selección y se casaron por obligación o cansancio), dejarán de ser las chicas perfectas, bien arregladas siempre porque ya no tienen tiempo (en realidad casi siempre es porque era una verdadera tortura ser bellísima a cada rato y ya no es necesario, ya "lo amarraron") y terminan siendo una verdadera lata. La otra, la liberada, comenzará a mirar con cierta envidia a las mujeres "consentidas", querrá atenciones de caballero medieval y lo peor es que dado el estereotipo que se impuso, ni siquiera podrá pedirlo (sin contar con que las mujeres "liberadas" no necesitan de esas cursilerías).
Por otro lado, los hombres también dejan de fingir y la tremenda tolerancia a la familia de su novia se acaba en cuanto se vuelve la familia de su esposa, las "malas palabras" saldrán en cualquier momento sin importar que su santa mujer esté a un lado y cada vez será menos frecuente que le abra la puerta del auto o le acerque la silla en el restaurante; el liberado en el fondo quiere que su tan admirada mujer moderna le haga la cena, comenzará a avergonzarse de la falta de tacto (antes llamada honestidad) de su esposa para expresar sus opiniones y añorará la casa materna donde alguien se hacía cargo de todas las pequeñeces diarias.
Estas situaciones nos llevan a matrimonios poco armónicos, donde lo regular es un pleito por semana, ya sea porque el señor llegó tarde a dormir (o no llegó), la señora no tiene tiempo de cocinar, el señor no quiere ir al cumpleaños de la sobrina Pepa, la señora no quiere a los "amigotes" de su marido en su casa haciendo desorden, el señor quiere pasar el domingo viendo deportes y bebiendo o la señora está ocupada atendiendo su casa como para ver siquiera a su marido. Todos conocemos matrimonios así (si no es que vivimos en uno) de los que ni siquiera se nos ocurre preguntar ¿porque siguen juntos?, es tan normal vivir en conflicto que no nos extraña, esperamos en el fondo que el marido tenga amantes porque así es, esperamos que la esposa sufra y de paso le haga la vida desdichada a él porque se lo merece; a nadie se le ocurre que estas cosas sean motivo de separación porque son pequeñeces, detalles sin importancia y uno no va a "destruir una familia" por una aventurita o un drama de celos.
Todo esto tiene el mismo origen: la deshonestidad en el noviazgo, la necedad de cerrar los ojos porque ya elegimos a tal o cual persona como pareja. Si en el periodo del conocimiento fingimos ¿como sabemos que esa persona es la correcta para nosotros? si en el noviazgo aceptamos que uno de los dos se embriague una vez por semana ¿porque en el matrimonio ya no?, si un hombre acepta que su mujer no sepa ni hervir agua ¿porque espera que una vez casados le haga de cenar? si una mujer sabe que su pareja no se pierde un sólo juego de soccer ¿porque quiere que deje de verlos una vez casados? Por otro lado si durante el noviazgo somos la perfecta ama de casa y en tacones ¿porque casados ya no? si el hombre es cariñoso y amable ¿porque en cuanto se casa deja de serlo? La respuesta es que nunca fuimos nada de eso, lo fingimos para "conquistar" al otro, el cual se quedará pasmado cuando vea quien somos realmente (aunque él también haya fingido) y las cosas se convertirán en una tortura diaria de la que ni siquiera tendremos conciencia porque "es lo normal"
Curiosamente esto es mas recurrente en matrimonios heterosexuales ya que en los homosexuales, al ser poco aceptados por la sociedad, se está mas alerta a un posible fracaso, la generalidad de los matrimonios homosexuales (hablo de matrimonio a la unión como pareja, documento de por medio o no) se dan por convencimiento y no por imposición social lo que los libera de la presión y permite que sean mas honestos entre si.
La honestidad durante la etapa del conocimiento es básica y también la observación, no debemos dejarnos cegar por la necesidad de un matrimonio, si somos honestos y realistas tenemos mas probabilidades de tener un matrimonio agradable y no cumplir con la sentencia de Wilde: "las mujeres se casan por curiosidad, los hombres por cansancio y ambos quedan decepcionados"

sábado, 12 de noviembre de 2011

¿Comer para estar bien?

Uno de los placeres de la vida, reconocidos por casi todo el mundo es comer, hay quien cataloga la cocina como todo un arte y es tan placentero que hasta a pecado puede llegar. Claro que en nuestra sociedad las cosas van tomando rumbos extraños y cuando nos damos cuenta ajenos a si mismos y comer no es la excepción. Hay gente que come para sobrevivir y punto, hay quien lo disfruta y hay hasta quien hace de ello toda una gratísima experiencia. Estos dos últimos personajes están en peligro de extinción, ya que comer se ha vuelto un tema casi religioso para las clases media y alta, donde hay normas, reglas, decretos y hasta dogmas.
En teoría la razón fundamental para comer es vivir, para comer bien es la salud y por último viene el placer; estos dos últimos están siendo relegados por algo mucho mas fuerte: vernos bien, por supuesto entendiendo bien dentro de la imagen que se nos vende desde la publicidad, principalmente a las mujeres: ser flacas hasta niveles insultantes. Por otro lado al ser un placer, la cosa se convierte en una lucha diaria con nosotras mismas, así cada vez que vemos un pastel soñamos con comerlo entero pero el dictado de la publicidad nos detiene y casi nos provoca lágrimas.
La imagen de la belleza asociada con la salud estuvo vigente durante los 70's y 80's, así veíamos chicas rozagantes, con lindos colores en la piel, estrellas de cine con figuras propias de mujer, gente normal. en los 90's la industria farmaceútica decide sacar al mercado productos para mantener la figura y poco a poco esa "figura" se fue convirtiendo en algo similar al esqueleto que hay en los laboratorios de biología ya que al tener la mayoría de la gente un peso y proporciones regulares los "productos milagro" no tenían la aceptación que se necesitaba para vender, así que la figura ideal fue perdiendo forma hasta convertirse en seres esqueléticos y hasta andróginos, mientras menos curvas mejor.
Nos hemos dejado manipular por esas nociones tan erradas que ahora el sueño de casi cualquier adolescente es que se le puedan contar las vértebras a simple vista, la talla cero o doble cero se ha vuelto el ideal, las mujeres maduras no conciben un endulzante que no venga en sobrecito amarillo o rosa y las calorías es el primer punto que se revisa en una etiqueta. Como resultado tenemos jovencitas ojerosas y ajadas (que cubren la piel desnutrida con maquillaje), mujeres adultas que sólo consumen productos que digan "light" y maduras cuya prioridad es una liposucción. Para complementar el cuadro, además de ser flacas hasta lo inconcebible en estos últimos años el bombardeo de la sexualidad como carta de presentación y prioridad en las cualidades de una mujer han provocado que se busque tener pechos excesivamente grandes y caderas angostas pero con curva de "jícara michoacana"; esto es fisiológicamente imposible ya que para estar literalmente en los huesos es necesario estar desnutrida y por ende no tener un buen desarrollo de las glándulas mamarias, mucho menos la grasa necesaria para que se formen las tan deseadas curvas (no son exclusivamente músculo, y el cuerpo necesita ciertos niveles de grasa para funcionar armónicamente). Resultado: cirugías plásticas; así vemos cuerpos imposibles como modelos a seguir lo que provoca angustia, frustración, inseguridad. Lo que menos nos importa es la salud, lo importante es como nos ven los demás, comer se ha vuelto todo un viacrucis en vez de un gusto, nos importa poco si lo que comemos es saludable mientras no tenga mas de 80 calorías. olvidamos las necesidades del cuerpo en aras de una imagen que alguien dijo era la perfecta y que no tiene nada que ver con la salud y con sentirse bien, podemos llenarnos de químicos con tal de seguir el dictado de la publicidad y nos hemos convencido de que tiene la razón.
Debemos tomar conciencia de nosotras mismas, sólo tenemos un cuerpo y nos debe durar en las mejores condiciones posibles toda nuestra vida, desnutridas y llenas de químicos no es posible, no debemos dejar que lo que se ve (la figura) predomine sobre lo que no se ve (los órganos) y sacrificar esto último en aras de lo primero. ¿Delgadas? es sano pero ¿flacas? es dañino y pagaremos el precio tarde o temprano y esa imagen por la que sacrificamos todo alguna vez desaparecerá rápidamente tras una insuficiencia renal o hepática provocada por el ansia de ser seres "perfectos" y por supuesto irreales.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Etiquetas de colores

En teoría somos animales competitivos, de ahi la evolución tecnológica, los avances, las investigaciones; somos seres que entramos en competencia por todo y por nada, dicen que porque tenemos conciencia de nuestra propia existencia además de raciocinio.
Cuando esa competencia nos lleva a descubrir vacunas, motores mas rápidos y eficaces, dispositivos de comunicación o mejores alimentos estamos evolucionando pero no todos somos genios, no todos competiremos por algo trascendental; la mayoría somos mediocres y nuestra competencia se limitará a un pequeño círculo de acción sin la menor posibilidad de pasar a la historia; es entonces cuando la competencia se torna mezquina y sin sentido pero que al ser propiedad de la mayoría se vuelve peligrosa por volumen. De estas competencias banales se han derivados características de resonancia social y con consecuencias graves como el racismo, el cual nos ha llevado a guerras y matanzas absurdas, a injusticias desproporcionadas y bajo la óptica práctica totalmente ridículas.
En nuestra sociedad (México) el racismo se manifiesta mas en una especie de clascismo muy elástico producto de nuestra historia y frustraciones; así el moreno cobrizo de entrada es visto con recelo, si tiene el cabello lacio y grueso y estatura baja se vuelve casi un paria y le aplicamos el insulto nacional de entrada: naco. Esa palabra se ha vuelto toda una institución ya que depende de quien la aplique puede ser el pobre, el que escucha banda, el que usa transporte público o bien el que se estaciona en doble fila, el que se viste de colores chillantes, el que come en los tacos, el que va a Mac Donalds, el que habla a gritos. La acepción mas frecuente es la asociada al nivel económico, los pobres son nacos por principio y curiosamente quienes mas usan esa palabra en ese sentido son los que sin darse cuenta pertenecen a ese grupo pero además lo complementan con niveles de ignorancia catastróficos; la mayoría de esa gente considera que pese a su poco nivel adquisitivo, tener aparatos electrónicos, casa de interés social (con la que están endeudados por el resto de su vida) y conocer todos los chismes de las celebridades los coloca en otro nivel y les da el derecho a catalogar a los que no siguen sus pasos.
es ridícula la manera en que nos descalificamos unos a otros, ya que si analizamos ligeramente la situación, nos damos cuenta que nos dividimos por pequeñeces que sumadas dan resultados gigantes ya que con tal de no ganarnos el apelativo de naco somos capaces de ir contra nuestros intereses; ser naco es lo peor que nos puede pasar y para evitarlo seguimos los dictados de la moda, de los medios, de las figuras quienes nos dicen que hay que hacer para no serlo, entre otras cosas, entretenernos con cosas de "mundo", estrenos de cine, historias de las estrellas, columnas de la "buena sociedad", si no lo hacemos somos nacos.
Es importante aprender a darle el justo valor a las cosas, a discernir entre lo que es importante y lo que no, entre lo que nos afecta y nos mantiene en un estado de ignorancia disfrazada de cosmopolitismo y lo que nos hace crecer como humanos; despreciar a quien no quiere o puede ser como nosotros solamente nos cierra las posibilidades de entender nuestro entorno, nos entretiene en pequeñeces mientras somos utilizados y nos mantiene en un permanente estado de conflicto mientras quienes deciden como hemos de vivir lo hacen tranquilamente y sin nuestra intervención. En la medida en que aprendemos respeto, solidaridad y sobre todo nos sacudimos la ignorancia, podremos unirnos al darnos cuenta que si naco es pobre, somos muchísimos mas los nacos de los que creemos.

sábado, 22 de octubre de 2011

Juventud: ¿idealismo y revolución?

Se dice que la juventud es la etapa de la vida de los sueños, los ideales, las esperanzas; es la época en que todo nos es posible, donde no hay límites a nuestras posibilidades, cuando estamos dispuestos a todo por lograr lo que queremos. Desafiamos a la autoridad porque nos coarta, desobedecemos las reglas que son decadentes y alienantes, no medimos consecuencias porque el futuro es algo muy lejano e intangible. Al menos esa fue la juventud que yo conocí.
En todos los movimientos sociales, revoluciones, cambios dramáticos, nuevas ideologías, los jóvenes han sido los principales promotores y ejecutores, ahi tenemos a los hippies, los rockeros de los 60's, las juventudes hitlerianas, los ecologistas, los pacifistas, los sionistas. Todos estos movimientos (sin catalogar de buenos o malos, simplemente trascendentales en la historia de la humanidad) se llevaron a cabo gracias a la fuerza de la juventud, a su capacidad de cambio, a su rebeldía, ellos marcaron la diferencia.
Hoy volteo a ver a los nuestros, a la juventud del siglo XXI y me sorprende. Hoy los jóvenes ya no son la masa revolucionaria que siempre ha sido, hoy los jóvenes están mediatizados para alimentar el sistema para conservarlo, hoy se ve en las escuelas gente que va a sus clases, que estudia y trabaja para ser "alguien en la vida", chicos que desde adolescentes trabajaron en Mac Donalds en Starbucks o cualquiera de esas cadenas para integrarse lo mas pronto posible al sistema y que recelan de los pocos que aún tienen sueños, que quieren cambiar al mundo (intención siempre relacionada a la juventud), que cuestionan al sistema.
Quizá se deba a que no hay contra que rebelarse, en esta época los padres autoritarios son los menos, la desconfianza al cabello largo en los hombres o los aretes por todo el cuerpo es mínima; lo malo es que llegamos al extremo y ahora la autoridad casi ha desaparecido por lo que no hay contra quien levantarse. Por otro lado, los jóvenes de hoy han sido educados por la televisión quien les dice que para ser feliz hay que tener, hay que parecer, desde pequeños los modelos a seguir son las estrellas de cine con autos lujosos y sobredosis; los políticos millonarios que venden a su gente por mas poder, los empresarios exitosos que matan de hambre a sus empleados; la imagen de chico que deja la universidad por irse a un pueblo pesquero se antoja ridícula a los mismos chicos de su edad, el sueño cursi de tener una familia feliz en una casita fue reemplazado por el de tener una familia rica. Que los adultos veamos las cosas desde una óptica pragmática y materialista es quizá hasta normal porque ya pasamos por la etapa de los sueños y tenemos que ocuparnos de las necesidades de nuestros dependientes pero ¿los jóvenes? ¿que pasó con ellos que a sus 18 años ya piensan como si tuvieran 40? ¿donde están sus padres? Claro, muchos pensarán que es bueno que desde chicos sepan que les espera en la vida, que sean gente responsable y trabajadora pero al igual que con el tema de autoridad nos hemos ido al otro extremo y matamos sus sueños antes de que siquiera los tengan, nos sentimos orgullosos de un adolescente que trabaja en una cadena de tiendas por un sueldo miserable porque está aprendiendo a ser adulto, a ser independiente pero lo que no vemos es que en realidad lo que está aprendiendo es que lo normal es ser explotado, que ganar dinero es mas importante que disfrutarlo. Esos son los jóvenes que estamos formando.
Como adultos tenemos que ir mas allá, es importante que un joven tenga sueños, ideales, principios porque de ellos saldrá el adulto de mañana; es importante que un joven viva sus decepciones y engaños, que luche por lo que cree por lo que considera importante antes de meterse en el laberinto del sistema, que sus ideales tengan que ver con la justicia, el bien común, la sociedad y no con acumular objetos, ser poderoso y ganar dinero.
Este artículo va dedicado a mi madre que me dio el tema y que en su momento hizo su parte para que sus hijos fueran en su momento jóvenes con ideales.

sábado, 15 de octubre de 2011

Mujeres de Ojos Grandes (reseña)

Hace tiempo que no tocamos temas de literatura, así que hoy dedico el artículo a una escritora que me agrada: Ángeles Mastretta.
La obra de Ángeles Mastretta versa principalmente sobre la mujer y su posición en la sociedad. Este libro es una serie de pequeños relatos de mujeres en diferentes posiciones en la vida: casada, soltera, "quedada", amante, hija, empresaria, ama de casa, madre, anciana; todas ellas con una historia quizá común y hasta anodina, pero la autora nos lleva al fondo de cada una de ellas, nos hace sentir que las conocemos (y seguramente todos tenemos una tía Leonor o Martha) y muchas veces nos identificamos. Las mujeres de estos cuentos nos dejan ver facetas ocultas, pensamientos inimaginables, razones para lo mas extraño.
La autora, poblana nacida en 1949 nos da la visión del mundo desde la óptica de mujeres comunes. En lo personal le reconozco una agudeza notable, así como el valor para escribir de la manera en que lo hace proviniendo de una sociedad conservadora y reaccionaria, este entorno es probablemente el que le dio el material ya que si hay una sociedad donde la mujer es extremadamente conservadora es la poblana. Las mujeres de estas historias a veces son rebeldes a su sino, otras parecieran conformarse pero en el fondo se cuestionan su papel asignado, unas mas aceptan su vida y se adaptan.
Quizá la obra mas conocida de Ángeles Mastretta es "Arráncame la Vida" que hasta al cine fue llevada, pero a mi me gustan mas sus cuentos, donde revela mil y un detalles de nuestra sociedad porque si bien en algunas partes se ha dado un poco mas de evolución, al final la mayoría de la gente sigue viviendo en los 40's en cuanto a prejuicios (al menos en México).
Un libro altamente recomendable, de escritura ligera para llevarnos a un fondo no tan ligero en el que veremos retratada frecuentemente a nuestra familia, amistades y simples conocidos.
Felices letras

sábado, 8 de octubre de 2011

En manos de la tecnología

Ahora que estamos lamentando la muerte de Steve Jobs, se me ocurre hacer un poco de memoria y análisis de lo que la tecnología significa para nuestra sociedad. De acuerdo a la RAE la tecnología se define como "el conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico", de manera que casi cualquier cosa puede serlo, desde las sumas y restas para saber de cuanto será la cuenta del supermercado hasta la telefonía satelital.

Hubo una época, donde la tecnología estaba al alcance de cualquiera así como su compresión, uno tenía aparatos en su casa de los que entendía perfectamente el funcionamiento y en muchos casos hasta podíamos repararlos sin recurrir al especialista: la plancha, el automóvil, la máquina de escribir, eran artículos que con un desarmador, alambre y pinzas funcionaban de nuevo. Esto ha cambiado tan radicalmente que no hay aparato en casa que podamos componer, si se descompone el auto, abrimos el cofre, lo miramos, lo cerramos y le llamamos al seguro (desde el celular por supuesto), si el lector de cd no lee, ni siquiera lo abrimos porque además de que casi todos están sellados, no tenemos idea de lo que tiene adentro, el celular ni siquiera sabemos como se abre.

En la época del desarmador y el alambre todo era mas sencillo en todos los sentidos, desde los aparatos cotidianos hasta la misma sociedad, un chico salía de fiesta a casa de otro, a determinada hora llamaba a sus padres desde el teléfono de la casa y en 15 minutos estaban por él, las tareas se podían hacer en la biblioteca para consultar muchos libros sin comprarlos, la estufa se utilizaba todos los días y si el auto se descomponía, caminaba uno hasta el teléfono público y pedía una grua.
Hoy las cosas son mas complicadas, aunque parecen mas sencillas: los chicos tienen celular pero no llaman a sus padres porque no tienen saldo o batería, las bibliotecas cada vez son menos visitadas (a menos que tengan computadoras con internet) porque desde casa encontramos toda la información para la tarea en la web y la estufa es decorativa porque el microondas resuelve desde el café hasta un pastel. Junto con todas estas bondades surgieron cientos de especialistas en reparaciones porque los aparatos son tan complejos que el señor que arregla las televisiones no puede arreglar una pantalla lcd y el que arregla el reproductor de DVD no tiene idea de como funciona un blu-ray, eso en el caso de que se reparen porque en ocasiones es mas barato comprar otro que reparar el descompuesto.
Entonces los grandes avances tecnológicos han traído consecuencias de todos tamaños, cierto es que no hay nada mas cómodo que llamar por teléfono desde tu auto y sin tocar el aparato mientras estás atorado en el tráfico (otra de las aportaciones de nuestra época) o rentar una película desde casa sin siquiera quitarte la pijama pero esto también nos provoca otras situaciones: como no tengo que salir por el libro o la película no tengo necesidad de convivir con nadie, como el teléfono guarda los números no me se ni el de mi casa, como es mas barato comprar un nuevo DVD que repararlo produzco el doble de basura. Todo esto sin considerar que el avance en algunos temas es tal que en muchas ocasiones aún no terminamos de pagar uno que compramos a crédito y ya salió la siguiente generación, haciendo obsoleto el que tenemos, provocando así una carrera sin fin en la que gastamos cantidades sorprendentes de dinero y desechamos objetos como si fuera una meta.
Aún nos hace falta encontrar el equilibrio en este asunto, los objetos deben tener periodos de vida razonables, no se trata de irnos a la tumba con nuestro primer celular ni tener un auto al que le celebremos sus bodas de oro, pero tampoco podemos vivir cambiando aparatos, corriendo detrás de cada avance, de cada novedad ni mucho menos vivir en la dependencia total que nos han creado estos objetos porque somos capaces de regresar 20 km si olvidamos el celular, sin una conexión a internet nos sentimos perdidos y no somos capaces de sacar el 10% a 100 sin una calculadora.
Los objetos deben ser para facilitarnos la vida y no para hacernos vivir en la angustia por no tener la última generación o por no llevarlos con nosotros hasta a un retiro.
Agradecimientos a Brizno "El Fantasma Negro" por sugerir este tema.

domingo, 2 de octubre de 2011

Familia en el siglo XXI

Una de las instituciones básicas en nuestra cultura es la familia, en ella se apoyan fuertemente casi todos los valores ideales: el amor, la solidaridad, la confianza, la honestidad y los principios. En teoría en la familia es donde se aprenden y practican todos ellos para después salir valientemente al mundo y usarlos para vivir en sociedad. Al menos esa es la idea fundamental de formar una; en la práctica las cosas son un poco diferentes según hemos observado.
Empezando porque a nadie le dan un curso de como llevar una familia, de manera que lo hacemos basándonos principalmente en dos cosas: los ejemplos (la familia de la que provenimos y las que observamos) y la propaganda. Estos dos puntos son la base de nuestra nueva familia. En un mundo ideal, los padres se ocuparán de satisfacer las necesidades de los hijos en cuanto a vestido, alimentación, diversión, instrucción y educación; los hijos por su parte cumplirán con las tareas encomendadas: estudiar, ayudar en casa, obedecer, respetar, aprender. Mas o menos así funciona el asunto, pero en estos puntos se olvida uno muy importante: la comunicación. Muchos padres consideran que satisfacer esas necesidades (de manera apenas suficiente u holgadamente) es lo que les toca hacer y con ello cumplen su trabajo, eso es lo que aprenden los hijos que de igual manera harán su parte y hasta ahí. Eso no es una familia, es un grupo de gente que vive en la misma casa.
Hay padres que consideran que compartir asuntos del trabajo no es necesario, ni siquiera deseable, así que si tienen mil problemas en él, están a punto de ser despedidos o el sueldo apenas da para pagar los gastos no es asunto de su familia y lo mantienen reservado para si mismos; por otro lado, los asuntos de los hijos son pequeñeces que no merecen atención, el saber como le va a un niño en la escuela, quienes son sus amigos o si le quitan el almuerzo diario no es tema de conversación. Además de esto, hay mil temas que se consideran tabú y de estos tampoco se hablará como son las relaciones sexuales entre adolescentes, el alcohol o la droga y si se tocan será sólo para condenarlos. Bajo este esquema, un adolescente nunca compartirá sus inquietudes o deseos al respecto con sus padres porque de antemano sabrá que será rechazado, se quedará con sus dudas y sólo las compartirá con otros adolescentes que están tan ignorantes como él.
Como es de esperarse, el adolescente que muere de curiosidad y rebosa soberbia (los adolescentes todo lo saben, los adultos no entienden nada) beberá como cosaco sin tener la menor idea de como evitar embriagarse, fumará mariguana sin saber los efectos que puede tener y creerá que la protección en las relaciones sexuales no son tan importantes. Claro que habrá muchos que no hagan nada de esto pero la mayoría se abstendrá por miedo a un regaño mas que por convencimiento; los deseos y curiosidad son inherentes a la adolescencia.
Los padres que se erigen en modelos de virtud, ejemplo de rectitud y fuente de toda moral para sus hijos se encuentran en una incapacidad de comunicación tremenda ante ellos ya que no es posible explicarle a un jovencito como beber sin embriagarse sin confesar antes que lo han hecho. Otros padres pretenden pasar ante los hijos como rocas a quienes nadie fractura y que son la base y cobijo de la familia; así un padre sin debilidades es ajeno al mundo de un hijo, nunca entenderá las de él. También existen los padres que no tienen tiempo para tonterías, que están muy ocupados con sus asuntos o muy cansados para los de los hijos, los cuales son degradados hasta hacerlos parecer poco mas que una picadura de mosco; un hijo de estos padres jamás se sentirá con ganas de contarle a sus padres que su mejor amigo se cambia de ciudad porque es una pequeñez comparada con las grandes preocupaciones de sus padres.
La familia de este siglo se caracteriza por una gran falta de comunicación, los miembros de ella son extraños entre sí, gente que comparte la comida o la cena y un par de horas frente a la TV (en el mejor de los casos, hay casas donde cada quien tiene una en su recámara), que en el trayecto a la escuela escucharán las noticias (los padres deben estar informados) y los fines de semana quizá vayan al cine juntos. Hace 60 años los padres eran igual o mas distantes que los de ahora, después, en los 70's y 80's los que tuvieron esos padres quisieron cambiar el asunto y tuvieron mas cercanía con sus hijos, hubo mas conversaciones y mas compañerismo pero en este momento, parece que hemos vuelto atrás en la educación y una vez mas los padres se convierten en proveedores que no conocen a los niños que viven en sus casas y que se sorprenden cuando su pequeño es detenido por conducir en estado de ebriedad o tiene un embarazo de 6 meses a los 15 años.
La comunicación, la confianza, la honestidad, son indispensables para una familia, en ella es donde se aprende de límites y posibilidades; los padres deben dar apoyo a sus hijos y no se trata de mantenerlos sino de formarlos como personas sanas y pensantes ¿quien mejor que un padre para enseñarle a un hijo sus propios límites? ¿quien mas que un padre será incondicional para su hijo pese a los errores que cometa? Los padres deben despojarse del hábito de perfectos e intocables, mientras mas humanos son, mas comprensibles son para sus hijos; es imposible amar a un ser en un altar, inalcanzable en su perfección, pero a una persona con debilidades y errores se le ama con facilidad; si un hijo ve en sus padres a un ser humano que se equivoca y aprende de sus errores se sentirá con la confianza de hablar de los propios sin sentirse condenado y tendrá muchas mas posibilidades de enmendarlos.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Noticias y chismes

Como está por todos lados, es uno de los temas de hoy en México, le dedican tiempo por todos lados, no puedo sustraerme al asunto, pero en vez de hablar de él, veré las reacciones sociales que al final de todo es el tema recurrente en este espacio. Me refiero a los recientes escándalos de Marcelo Ebrard.
Para quien no esté en México les cuento: Ebrard es el Jefe de Gobierno del DF, tomó el poder en el 2006 continuando la reciente tradición de tener gobiernos de izquierda en la capital del país.
Bueno, pues últimamente ha sido sujeto de notas de todos colores, la mas reciente fue su decisión de sacar de su grupo a un secretario por "llevarle la contraria" y poco después han circulado algunos asuntos mas, previos o posteriores, todos ellos un tanto escabrosos.
No pretendo defender ni atacar a nadie en este espacio que es asunto aparte; el asunto es analizar como hemos reaccionado al respecto porque es una característica nacional. 
Obviamente hay indignación en un sector, se le trata de intolerante, "fascista" (ya en otro momento analizaremos el significado de algunas palabras que usamos con tanta libertad), falso y demás cosas. Otro sector lo ve como alguien seguro de lo que hace y por ende no quiere que nadie se le ponga en medio a quitarle el tiempo, hay quien dice que está preparando el terreno para su candidatura a la presidencia. Todas estas posiciones son discutidas y armamos pleitos tremendos al respecto. El chiste de esto es que mientras nos arañamos entre nosotros defendiendo o atacando a este señor quienes detentan el poder hacen sus acuerdos, nos montaron el circo y esperan tenernos entretenidos en tanto toman sus decisiones. De pronto comienzan a salir mil y un notas respecto a Ebrard, que si tiene a su novia en la nómina del gobierno del DF sin hacer nada, que si se divorció hace no se cuantos años, que si es gay, que si se lava los dientes, que si se viste en Hugo Boss.
 A veces somos increíbles, basta que nos tiren cualquier cosa que suene a chisme para correr detrás de él, para darle la importancia de una nota internacional y sobre todo para usarlo contra cualquiera que nos caiga medianamente mal sin importar si guarda alguna importancia respecto a las razones por las que nos cae mal. Para muestra un botón: hace un par de días, alguien que rara vez comenta asuntos políticos conmigo me pregunto acerca de la veracidad de la información acerca de que la novia de Ebrard estaba en nómina. Evidentemente y porque conozco a la persona que lo preguntó, no se trataba de una duda legítima, sino de tratar de poner al descubierto que la izquierda no es de confiar, que hace lo mismo que la derecha y por supuesto demostrar que estoy en un error al defenderla. Esas pequeñas mezquindades, ese deseo de decir "yo tenía razón y tu no" es lo que nos hace dividirnos, con tal de demostrar que estamos en lo cierto somos capaces de ir contra nuestro propio bienestar; si alguien está en contra de la izquierda, será capaz de aceptar que volvamos a un gobierno probadamente fallido para la población con tal de no aceptar que están equivocados; si llegase la izquierda al poder y fallara, seremos capaces de defenderla aún a costa de nuestra familia (que conste una vez mas que soy izquierdista, para quien no lo había notado) y como característica común a todos los bandos es que confundimos el chisme con noticia y nos importa mas la vida privada de un candidato a lo que sea que su desempeño en su trabajo; para esto otro ejemplo: Peña Nieto como gobernador del Estado de México no logró nada, aumentó la deuda de su estado, las colonias se inundan igual o mas que antes, la instrucción escolar está en su nivel mas bajo de la historia, las calles tienen mas agujeros que nunca, pero se casó con una popular actriz y eso ha sido suficiente para que a nadie le importen los desastrosos resultados de su gestión como gobernador.
Es importante en este momento histórico que aprendamos a separar la paja del grano, que tengamos un espíritu mas crítico, que dejemos los chismes en lo que son: chismes y empecemos a ver las noticias reales, no debemos dejar que nos distraigan con notas irrelevantes y enfocarnos en lo que nos atañe parejo: las decisiones para salir del hoyo en el que estamos como país.

sábado, 27 de agosto de 2011

La carrera de la vida

Hace un par de días leía yo una pancarta que llevaba una madre de algún estudiante chileno que rezaba mas o menos así "prefiero que mi hijo pierda un año a tener un hijo sin conciencia social" Esta frase me hizo pensar en el sentido de la palabra "perder" en este contexto.
Desde pequeños nos inculcan que hay que ir a la escuela y que los años de estudiante son los mejores de la vida, pero al mismo tiempo nos urgen a apurarnos, a no perder un sólo año y es loable llegar a la universidad a los 17 años y salir de ella a los 21, es decir pasar esos catalogados como años felices lo mas rápido posible.
Si alguien decide que al finalizar la preparatoria se toma un año sabático, se va de viaje o se toma un respiro para decidir que va a hacer después es visto con recelo, se le comienza a tomar por irresponsable, comodino, flojo y demás epítetos que tanto nos gustan; si alguien se tarda 2 años mas de los indicados en finalizar la carrera además de todo es idiota. Todo esto me hizo pensar ¿cual es la prisa? alguien hace años me develó el misterio: "para empezar a ganar dinero". Esa respuesta me dejó helada, nuestro objetivo en la vida ya no es vivirla, ya no es disfrutarla, ya no es hacer lo que nos gusta de la mejor manera posible y de paso contribuir a la sociedad; es ganar dinero. Partiendo de esa premisa tan bien inculcada por la sociedad de consumo en la que vivimos (o existimos, cada vez se parece menos a la vida lo que hacemos) podemos deducir que en la busca de ese objetivo haremos lo que sea necesario para lograrlo porque nuestro valor primario es "ganar dinero", por encima de deseos, sueños, intereses. La ecuación es muy sencilla: la felicidad es tener objetos (estéreo, pantalla plana, carro deportivo, smart phone, computadora enorme, ropa cara), para tener hay que comprar, para comprar hay que ganar dinero; como queremos ser felices desde pequeños mientras mas pronto ganemos dinero es mejor; de ahi que integrarse al mercado laborar lo mas temprano posible es el objetivo. Bajo esta premisa haremos lo necesario para esa felicidad. Otro de los paradigmas sociales es tener una familia, así que nos casaremos y tendremos hijos y con eso habremos cumplido con ese tema, no importará que para cumplir con el otro dejemos de lado este, la familia se volverá un grupo de gente que está en una casa a la que llegamos a dormir, cansadísimos de tanto trabajar y con la que no pasaremos tiempo porque por "su felicidad" (por darles objetos) trabajemos de sol a sol. Esto es lo que estaremos enseñando.
Volviendo al cartel que mencioné al inicio, yo no podría llamarlo año perdido sino año de aprendizaje, porque no perdió nada, terminará la carrera un año después ¿que importa? será un año de no ir a la escuela pero tendrá la oportunidad de tener otras experiencias, habrá aprendido que es mucho mas importante defender un principio que integrarse al mercado laboral, será un año en que podrá desarrollar esa conciencia social mencionada y podrá colocar en su justa dimensión la premisa de acabar pronto la carrera. 
Por cierto, una vez mas este artículo habla de los privilegiados que podemos acceder a opciones, de un pequeño grupo social (porque seamos realistas, los que tenemos acceso a la universidad somos privilegiados, decidamos ir a ella o no) y no se refiere a los que ni esa oportunidad tienen, pero quizá seamos nosotros quienes gracias a esos privilegios tenemos la responsabilidad de hacer estas reflexiones y conducirnos como seres pensantes dejando de lado las convenciones sociales que nos dicen como portarnos para mantener la maquinaria de consumo funcionando.

jueves, 18 de agosto de 2011

Yo merezco mas

A raíz de escuchar esta frase en una conversación me vino a la cabeza el concepto del que se habla y como hay que salirse un poco a veces de los temas políticos y sociales en los que he estado últimamente se me ocurre analizar este asunto. Por cierto que como soy mujer abordaré el tema desde este lado que lo manejo un poco mejor.
Es común esta frase cuando una mujer decide terminar una relación sentimental con alguien y en muchos casos es perfectamente válida pero el caso que quiero tocar es el de nuestra propia idealización.
Somos mujeres fuertes, trabajadoras, responsables, inteligentes, con opiniones propias y echamos a andar el cerebro con cierta frecuencia; de ahi que consideramos que el hombre a nuestro lado debe ser tan genial como nosotras porque merecemos mucho, entonces quien quiera estar con nosotras debe ser: inteligente, cariñoso pero sin ahogar, atento pero sin tratarnos como lisiadas, amable, cooperador, responsable, independiente, paciente, ingenioso, leal, noble. Esa no es una persona, es un ideal.
Muchas veces pasa que nos topamos con alguien con quien nos entendemos bien, con quien disfrutamos la vida, con quien las horas se pasan sin notarlo pero resulta que esa persona es desordenado o le matan los videojuegos (y nosotras no sabemos ni prender el X-Box) o no soporta las reuniones sociales; entonces empezamos a hacerle campaña en contra al videojuego, nos ponemos verdes cuando encontramos sus calcetines abajo de la almohada o le ponemos una cara tremenda porque no quiere ir al cumpleaños de la tia Lola, a la larga estas cosas crecen y terminamos pensando que es un desconsiderado, flojo y adicto al jueguito en cuestión, es entonces cuando surge el "yo merezco mas" y decidimos dejarlo con cara de sorpresa porque él no entiende porqué, si la pasamos bien juntos decidimos que no es suficiente.
Cuando decimos que merecemos mas, es porque no estamos dispuestas a pasar sus defectos o faltas (a nuestros ojos) sin vernos con ojo crítico y darnos cuenta que con todo y las maravillas que somos, dejamos la cafetera prendida casi diario (ya se rompieron tres por el calor o ya provocamos un corto), olvidamos pasar a la tintorería cada que nos toca (no hay un solo abrigo en el closet y está casi nevando) o somos capaces de morder al que nos interrumpa cuando estamos viendo nuestra serie de TV predilecta (mas ejemplos aleatorios).
Las mujeres fuertes e independientes tendemos a caer en estas situaciones, estamos tan acostumbradas a ser ejemplo a seguir, a decir la última palabra, a ser casi perfectas que nos la creemos, pasamos por alto nuestros errores y defectos porque "son pequeñeces". En este sentido los hombres son quizá mas honestos, conocen sus defectos y lo mas importante, conocen los nuestros y están dispuestos a aceptarlos como parte de nuestro carácter (ojo, este artículo no se refiere a relaciones patológicas, donde hay abuso, donde un hombre crucifica a una mujer por no ser su ideal, estamos hablando de relaciones mas simples y de hombres sin patologías de este tipo) ¿porque nosotras no? ¿porque no podemos ver aquel que está con nosotras es un ser humano? ¿porque cuando tenemos una relación agradable nos empeñamos en poner atención a las pequeñeces? No digo que todos los defectos sean poco, pero debemos poner en la balanza lo bueno y lo malo, lo que nos gusta y nos disgusta, si tenemos una pareja con quien estamos bien pero hay cosas que no nos gustan debemos valorarlas y pensar que los seres humanos somos paquetes completos, traemos cosas buenas y malas, no hay nadie con puras buenas (que es relativo, lo bueno para mi puede no ser bueno para ti).
 Ese carácter que nos gusta es resultado de un todo, de un conjunto de acciones, sentimientos, costumbres, valores y entre ellos seguramente hay muchos que no compartimos y esos son los que debemos analizar racionalmente, ser honestas con nosotras y saber hasta donde estamos dispuestas a pasar por alto algo porque también seamos realistas, no se le van a quitar, no va a dejar de ser como es, si lo conocimos desordenado no se le va a quitar, lo intentará, pero difícilmente lo eliminará, si lo conocimos coqueto lo será hasta en el geriátrico, estas son las cosas que debemos valorar y decirnos que tan dispuestas estamos a transigir, a aceptar; si no lo estamos, habrá que decirlo eso si pero no nos idealicemos, no merecemos alguien perfecto, alguien ideal porque no existe, merecemos un ser humano que tendrá tantos defectos como nosotras.

sábado, 13 de agosto de 2011

El Auge de los Derechos

Vivimos en una época donde peleamos por los derechos de todos, por una igualdad ante las leyes y las oportunidades, por la posibilidad de expresarnos a nuestro gusto, por las necesidades básicas satisfechas, hasta aqui la situación es perfectamente justa y no creo que haya alguien que considere injustos estos movimientos (salvo los casos de sociópatas) y todos estamos dispuestos a apoyarlos, siempre y cuando no nos cueste mucho trabajo o no nos afecte gran cosa. 
El asunto se complica cuando por esos derechos a alguien se le ocurre cerrar una calle con un plantón o irse a la huelga y nos deja sin luz (ejemplo ficticio). Curiosamente esa gente que se enoja porque el plantón los hizo llegar tarde a su trabajo, esos que dicen "pónganse a trabajar, me estorban, tengo derecho a llegar a mi trabajo" son los mismos que el viernes organizan fiesta en su casa (que casi siempre está en un fraccionamiento de interés social donde las casas están pegadas unas a las otras) que como es pequeña se desparrama hacia la calle, con el resultado de gente bebiendo en la banqueta, tirando los platos y vasos en cualquier parte y con la música a un volumen que hace retumbar los cristales de diez casas a la redonda; también son los mismos que se estacionan en doble fila o en la entrada de la cochera de alguien mas porque "no se tardan". Estos seres están dispuestos a defender hasta con los dientes su derecho a hacer fiesta (se tienen que divertir), a estacionarse (no se tardan), a estorbar (¿donde se paran si no hay espacio?), a manejar a exceso de velocidad (es que ya se les hizo tarde), a cruzar a media calle en vez de por la esquina (está lejos) o a tirar basura donde sea (no hay bote).
Entonces resulta que estamos dispuestos a luchar por nuestros derechos y si estos le pasan encima a alguien mas ya será problema de ese alguien mas que para luchar por los suyos le pasará encima a otra persona y así, ad infinitum. En este caso habría que aplicar esa frase de "tu derecho a fumar termina donde empieza mi derecho a respirar" pero en todo: "tu derecho a hacer fiesta termina donde empieza mi derecho a dormir", "tu derecho de estacionarte termina en mi cochera"; entonces es donde verdaderamente estamos ejerciendo derechos y no sólo satisfaciendo ansias. Nos perdemos en estas pequeñas cosas que mas bien tienen que ver con el respeto al prójimo el cual para que funcione debe ser recíproco y no tiene nada que ver con los derechos.
Y ya que estamos en esto, el respeto sería la clave del asunto; si una manifestación respeta al resto no bloqueando la calle por la que tienen que pasar, hasta la simpatía de otros se gana, si una peregrinación religiosa camina por la banqueta y no tira basura a su paso, no molesta a nadie y hasta el paso les dan, si alguien le dice a otro "¿puedo estacionar en su entrada 15 minutos?" y son 15 minutos, nadie le va a decir que no; el asunto es siempre respeto. Una vez mas, volvemos a lo de siempre: educación.

lunes, 1 de agosto de 2011

La Televisión: la caja mágica

Entre tanto tema político y de conciencia social, me permito tomarme unos minutos para otro tema que si bien vuelve a ser parte de lo mismo, es un poco mas general.


En una época donde trabajamos mas de 8 horas, nos transladamos grandes distancias y en general nos cansamos bastante durante el día, la mayoría de nosotros llegamos a casa con la idea de relajarnos, descansar y entretenernos un poco ¿que mejor que la televisión para ello? Últimamente nos ofrece una gran variedad de temas y formas de abordarlos así que si queremos saber las novedades de las estrellas hay programas para ello, si nos interesan los animales, si nos gusta la historia o si simplemente queremos pasar el rato con series policiacas, de abogados o de ciencia ficción encontramos algo, hay para todos los gustos. Por supuesto que también hay cosas serias, como los noticieros, donde nos hacen el favor de enterarnos de lo que pasa en nuestro planeta: ahi nos informan cual de nuestros ilustres ministros andan de viaje, si se inauguró un edificio para la cámara perfectamente inútil, si hubo un excelente partido de fútbol o si en un país perdido del oriente y que no sabemos ubicar en el mapa hay guerra. A veces nos dan excelentes noticias, como que vamos ganando la guerra contra el narco o si se decomisaron grandes cantidades de drogas en un operativo, también nos avisan que hay una recuperación económica y que el desempleo está bajando. Después de enterarnos de todo esto, quizá a algunos nos entre la duda de porque hay tanto revoltoso en las calles, porque el SME no ha levantado sus protestas y se van a sus casas, porque el vecino anda sin trabajo hace dos meses, porque hicieron recorte de personal en donde trabajamos y porque hace unos días hubo marchas por la paz. Si pensamos un poco, nos resultará extraño que las noticias nos digan una cosa pero cada día veamos otra; claro, en el supuesto caso de que veamos algo porque curiosamente, cuando vemos a la gente perder su empleo o protestar en el zócalo nos ataca una estado de ceguera selectiva que sólo nos permite ver que nos estorban pero no sus motivos y a pesar de que tengamos la evidencia frente a nosotros decidimos creerle al noticiero y pensar que todo está bien ¿no es mágico?


Este estado nos ataca a la mayoría de la población porque no hay nada mas sencillo que dejar que alguien mas nos de la información digerida, es mucho mas fácil escuchar a un locutor que leer montones de publicaciones, es mas cómodo creer que buscar y analizar la información.
Estamos en un momento histórico en el que de tanta información a la mano estamos en la ignorancia, de tantos problemas diarios queremos no cargar con mas, pero también estamos en un momento en el que la tensión se siente si sabemos ver a nuestro alrededor, vivimos cada día inquietos de saber que puede ser el último en nuestro trabajo, que puede tocarnos una bala perdida o recibir una llamada para avisarnos que no aparece un pariente. Eso no sale en los noticieros pero sabemos que existe aunque queramos cerrar los ojos, la televisión hace magia al ocultar todo esto y de nosotros depende quitarle ese poder usándola para lo que es: para entretener, no para informar.

viernes, 8 de julio de 2011

El juego de las elecciones

Pocas veces toco temas políticos aqui, pero a resultas de lo que se presentó hace unos días con respecto al "aplastante" triunfo del PRI en varios estados de la República Mexicana y a la gran cantidad de opiniones encontrada que he escuchado, no puedo menos que meterme en el asunto.
No he de negar nunca mi simpatía con AMLO ni con el MORENA (Movimiento de Renovación Nacional, para quien no lo sepa, porque escuché a alguien decir que el MORENA era algo así como el nazismo pero de "prietitos", que barbaridad), de manera que este artículo estará completamente sesgado hacia ese lado. Hace años que se le llamó "peligro" al Sr. López Obrador y hasta la fecha aún no he encontrado a nadie que me diga en que consistía ese peligro porque, seamos honestos, mas peligroso que estar aumentando los niveles de desempleo y por ende los de delincuencia y subempleo, todavía no encuentro; y no podemos decir que cuando se postuló a la presidencia no se sabía que esto iba a pasar porque se viene gestando hace mas de 15 años, hay que estar verdaderamente en otro planeta para no enterarse.
Partiendo de eso, me pregunté a que se debe que haya gente que todavía descalifique al MORENA y vote con convencimiento por el PRI, bueno, empezando porque quienes votan por primera vez no vivieron el famoso fraude electoral de 1988, cuando oportunamente se cayó el sistema y "ganó" Salinas de Gortari. Si en ese momento ya teníamos la conciencia de que no estábamos nada bien con el PRI ¿que pasa ahora? Vuelvo al mismo punto que he tratado en otro artículos: los adultos no hablan con los jóvenes, no comparten sus experiencias y los dejan que caminen solos, a eso se le llama falta de memoria histórica ¿como se van a enterar ellos que tal vez ni habían nacido? Ya no resulta tan extraño que haya tanta gente dispuesta a volver al PRI, los jóvenes son mayoría y ellos no saben lo que causó esta situación que vivimos hoy, sólo saben que en su infancia, cuando gobernaba el PRI, salían de vacaciones, no había balazos por todas partes y en general vivían mas o menos bien; con el PAN ya vivieron la caída de a sociedad; por otro lado, oyen por todas partes que AMLO es un peligro, que está enfermo de poder y todas esas cosas que circulan en los medios oficiales. ¿Todavía nos extraña que voten por el PRI?
Por otro lado, el desconocimiento de las propuestas de MORENA hace que mucha gente descalifique el movimiento llamándolos revoltosos, populistas y demás, cuando de la misma manera, nadie de los que dicen "no me convence" ha podido mencionar siquiera uno de los 50 puntos (vaya que no saben ni cuantos son). Ahi vemos el nivel de influencia que tienen los medios oficiales.
Aunque no lo parezca, este asunto es mucho mas grave que el fraude en si porque la derecha está unida, sabe lo que quiere y no tiene dudas de a quien apostarle, además de que sus dirigentes están en todo momento dispuestos a sacrificar su posibilidad de ostentar el poder en aras de seguir unidos; en cambio quienes estamos contra ellos, ya sea izquierda, centro o apolíticos somos incapaces de unirnos, nos desgastamos en inútiles pleitos sobre detalles mínimos en vez de ver el panorama completo porque si logramos un cambio ya tendremos tiempo de pulir nimiedades; lo importante es que estemos en la conciencia de que queremos al PRI fuera y para lograrlo no podemos estar divididos sino sumarnos a quien tenga las mayores probabilidades.
Se que mucha gente aún tiene ideas preconcebidas y si nos vamos a fenómenos sociales, uno de los argumentos que no se dicen pero se piensan es "con AMLO están los pobretones, los nacos, y yo no soy pobre ni naco, entonces no puedo apoyarlo" y ser pobretón y naco son los insultos nacionales por excelencia, así que resulta que puede mas una imagen ante nosotros mismos que un verdadero bienestar y con esto no quiero decir que el bienestar sea necesariamente AMLO, sino que con tal de mantener una imagen somos capaces de ir contra nuestros propios intereses.
Hemos de tener muy claro nuestro objetivo, que es no volver a lo que tuvimos hace 20 años, sino mejorarlo y eso no lo vamos a lograr apoyando a los que detentaron el poder en el pasado porque ya nos demostraron que a la larga el precio a pagar es muy alto, sino apostando por un verdadero cambio, al final de todo y siendo totalmente fatalistas ¿podemos estar peor?

viernes, 1 de julio de 2011

Mitos del homsexualismo

Siendo un tema escabroso, trataremos de verlo desde una óptica práctica, lejos de moralismos, creencias religiosas y otras ideas que distorsionan el punto. 
Se dice que es contra la naturaleza porque según esta, las relaciones sexuales son en el principio básico para reproducirse, es decir para la conservación de la especie, pero en ese caso, los métodos anticonceptivos también lo serían ya que buscan precisamente la no reproducción, volviendo el encuentro carnal en un juego, o un acto de entretenimiento (sin meternos en cuestiones sentimentales, reitero, es una óptica práctica). También la gente que no tiene relaciones sexuales de ningún tipo estaría "contra natura". Por otro lado, no todos los homosexuales son activos en este punto de la misma manera que no todos los heterosexuales lo son. Ni que decir de las parejas que deciden no tener hijos, también estarían cayendo en este punto. La especie no va a desaparecer porque haya homosexuales, los heterosexuales se reproducen a ritmos hasta indeseables.

Otro mito que tiene mas que ver con ideas preconcebidas de que el homosexualismo es malo por definición es el que los homosexuales son pervertidos en esencia, de manera que si se les presenta la oportunidad, van a "corromper" a los niños que tengan cerca, por eso hay que mantenerlos alejados y nunca dejarlos solos con ellos. El argumento es demasiado pueril, porque implicaría que un homosexual no tiene ni siquiera espíritu de selección y que se va a arrojar sobre quien sea, también significaría que tiene urgencias patológicas respecto al sexo, lo cual no es privativo de una preferencia sexual, si bien esta conducta se puede dar en homosexuales, se da en la misma proporción en heterosexuales.

También se cree que los homosexuales quieren "convertir" a cualquiera que se les cruce en su camino y que buscan "ligarse" a cualquiera. Volvemos al primer punto: no es una religión que ande buscando seguidores ni se ganan el premio de la salvación eterna mientras mas almas lleven a su grupo; tampoco andan buscando con quien acostarse a la primera oportunidad, es mas, me atrevería a decir que esta conducta es mucho mas acusada en los heterosexuales que salen al bar cada ocho días a buscar pareja ocasional. Al igual que el punto anterior, esta práctica no tiene que ver con la preferencia sexual sino con la educación y principios que tiene uno.
Así que repasando los principales argumentos que dan quienes condenan y rechazan el homosexualismo, nos damos cuenta que estos no se sostienen y que en el fondo, esa gente lo que tiene son ideas preconcebidas y poco razonadas respecto a la preferencia sexual, relacionándola con la decencia, las cuales son tan ajenas una a otra como el agua y el aceite.

La preferencia sexual no es indicio de calidad humana, es simplemente eso: una preferencia, así como a algunos nos gusta el chocolate y a otros el atún y esto no tiene nada que ver con nuestra decencia. Me atrevo a decir que quienes rechazan a un homosexual por el simple hecho de serlo, demuestra una calidad humana mínima, ya que juzga a partir de un hecho sin importancia, la valía de otra persona. Creo que es mucho mas importante saber si una persona es cruel con los animales, si es capaz de no devolver el cambio que el tendero le dio de mas, si le da el paso al peatón cuando va manejando o le paga lo justo a su mucama que las preferencias sexuales.