sábado, 25 de junio de 2011

La escuela no educa

Tanto se habla de la educación gratuita, de gente sin educación, de educandos, que el término parece haberse confundido y ahora se usa como sinónimo de instrucción.
La escuela instruye, no educa; obviamente la educación está formada de mil y un cosas que suceden en nuestro entorno pero de ninguna manera es trabajo exclusivo de las escuelas; pero parece que si se ha dejado únicamente en sus manos con los resultados que vivimos día a día en cualquier parte.
Empezando porque la escuela es un lugar donde se supone, se adquieren conocimientos, la aplicación de ellos tiene mas que ver con la educación en si, pero si nos limitamos a dejar que los niños vayan a la escuela y ya, resulta que todos esos conocimientos que se adquieren se vuelven intangibles, ajenos a la vida diaria de un niño y en cuanto regresan del colegio olvidan por completo a lo que fueron (excepto leer, escribir, sumar y restar que son cosas que se usan hasta sin querer).
Por otro lado, parece ser que el sistema notó esta situación hace mucho tiempo y la ha utilizado a su favor, de esta manera, en la escuela se enseña a obedecer, a tomar como ley la palabra de un profesor (o sea de la autoridad), a no cuestionar nada de lo que se diga ahí porque la autoridad tiene además la prerrogativa de ser infalible, resultando que de las escuelas egresa gente que tiene dormido el cerebro porque se ha limitado a utilizarlo como una caja de reservas de información, la cual sin razonamiento se vuelve completamente inútil. De esta manera los niños aprenden a memorizar y nunca a razonar, si en el libro dice que el volcán Paricutín hizo erupción, cuando en el examen les pregunten "¿cual fue el volcán que hizo erupción?" la única respuesta válida será Paricutín, aunque haya miles de volcanes que hayan hecho erupción. Así en la escuela se formarán los futuros adultos, gente que no es capaz de relacionar lo aprendido en la escuela con la vida diaria porque no nada mas no se le enseña a razonar sino que hasta es mal visto porque un niño que cuestiona es rebelde, irrespetuoso, un niño que pone en tela de duda las palabras de sus profesores es un peligro, una mala influencia, un niño que sabe mas de algún tema que sus profesores será etiquetado de sabelotodo, de geniecito y son nombres con los que nadie quiere cargar.

La escuela es un centro de aprendizaje dicen, pero sin comprender ese aprendizaje, se vuelve un guarda paquetes donde se trata de mantener a los niños ocupados algunas horas y darles conocimientos básicos, los cuales si se guardan en la memoria inmediata sirven para nada porque se olvidan enseguida, duran apenas el tiempo justo para aprobar el examen ¿cuanta gente conocemos que pasó toda su instrucción con las mejores notas y no tiene la menor idea de donde está la India, para que sirve el hígado y como se saca un porcentaje?

Es labor de la familia que esos conocimientos sirvan para algo, en casa es donde se educa, donde se enseña a pensar, a razonar, a utilizar todas esas cosas que aprendemos en la escuela y que nunca sabemos para que. Tener hijos no es "echarlos al mundo", es una responsabilidad de la que pocos estamos conscientes, un niño es una esponja, absorbe todo pero si no nos tomamos la molestia de hacer que todo eso quede en algún lado de su cerebro al menor apretón se sale todo.

domingo, 12 de junio de 2011

Decisiones corporativas

Siempre he tenido cierta fe en la humanidad, creyendo que, si bien la estupidez es lo mas democrático del mundo, también la inteligencia lo es; pero hay ocasiones en que resulta increíble como la primera arrasa con la segunda.
Les platicaré de un caso que tengo mas o menos cerca y que resulta de lo mas bizarro. En una de las empresas mas fuertes en su ramo del país, acaba de haber un recorte de personal alarmante: casi a la mitad de los empleados les dieron las gracias y una liquidación bastante precaria. Se que estos recortes están a la orden del día bajo el argumento de la crisis mundial que si lo vemos con cierto sentido de justicia, quizá los dueños podrían disminuir sus insultantes ganancias y correr menos gente. No nada mas es mas justo sino mas lógico porque con menos gente se disminuye la producción y por ende los números netos de ganancia lo que significa el mismo porcentaje de ganancia para el dueño pero sobre un monto menor. Pero el colmo de lo ridículo en esa empresa de la que les hablo es que se diminuyó la plantilla de producción, es decir, los que meten el dinero a la empresa, en vez de hacer un recorte proporcional en todos los niveles para conservar gente que produzca en la misma proporción que gente que dirige.
La idea de un recorte de personal generalmente es diminuir los egresos por salarios (nóminas). Pongamos un ejemplo centavero: si tengo un egreso por nóminas de 100 pesos y tengo que disminuirlo a 60 pesos, significa que tengo que correr gente que sumada gane 40 pesos. Si tengo 2 directores que ganan 10 pesos, 4 gerentes que ganan 5 pesos y 30 personas de producción que ganan en promedio 2 pesos, lo lógico sería correr 1 director, 2 gerentes y 10 personas de producción; de esta manera sigo teniendo una estructura que funciona, pero si en vez de eso corro a 28 personas de producción y 1 gerente me quedan sólo 2 personas para producir y 3 para dirigir (y de todas maneras no llegué a la disminución de 40 pesos). Pues precisamente eso es lo que pasó en la empresa en cuestión. La plantilla que sufrió mayor recorte fue la de producción y la pirámide quedó invertida, es decir, la cantidad de gente que produce es menor a la que dirige, se recortó la nómina en el porcentaje requerido pero ahora no hay quien provoque ingresos ¿En que estaba pensando la gente que tomó esa decisión? Si la empresa no produce suficientes ingresos ¿de donde van a salir los salarios de los directores?
Al parecer quienes toman esas decisiones lo hacen con el hígado, un pulmón o un riñón pero no con el cerebro porque si lo hacen con éste último, entonces la estupidez llega a niveles aterradores.
Por otra parte, si crece el número de desempleados ¿quien va a consumir y con que? Al disminuir los consumidores potenciales porque no tienen con que comprar ¿a quien le van a vender? Todas estas preguntas me las hago cada que me entero de un recorte de personal y aún no doy con la respuesta. Entiendo que el sistema funciona con un porcentaje de desempleo pero ¿cual es el límite? ¿cuantos desempleados debe haber antes de que el sistema colapse? Mas preguntas de las que no tengo respuesta

sábado, 11 de junio de 2011

De las dificultades para detener una relación

Tratando de complacer al público y aclarando que no es un tema que domine ni mucho menos, haremos lo posible por poner en perspectiva el asunto ya que me considero bastante neófita en estos menesteres. Ahí voy.
Cuando se trata de ponerle punto final a una relación de pareja las cosas se tornan escabrosas. Hay dos opciones: uno ya no quiere nada con ese alguien o el alguien ya no nos aguanta. La primera, que es de la que hablaremos, podría creerse que es la mas fácil porque en teoría ya no hay sentimiento involucrado por parte de uno pero parece que no es así en todos los casos. Hay veces que uno decide terminar una relación aunque siga existiendo el tal sentimiento por diferentes motivos que pueden ser incompatibilidad de tiempos, problemas muy serios con las respectivas familias, asuntos personales como adicciones, psicosis o neurastenia, infidelidades, y así hasta completar cientos de opciones, el asunto es terminar una relación que no queremos que termine.
Dentro de esta última clasificación, la cosa es probablemente la mas complicada y es entonces cuando debemos poner a trabajar a la neurona y ver las cosas lo mas desapasionadamente posible. Empezando porque si decidimos terminar una relación es porque esta no tiene las características que buscamos, cualquiera que estas sean. Una vez establecido el punto, hemos de se honestos y decirnos que si no nos está dando lo que pedimos o necesitamos no es lo que nos conviene y por ende, si no terminamos esa situación lo único que conseguiremos son decepciones, corajes y malos ratos, si partimos del hecho de que establecemos este tipo de relaciones para ser felices, entonces no está cumpliendo su cometido. Aquí es donde entra la parte mas álgida y he escuchado gente que dice "me hace sufrir, pero lo(a) amo". Esto es una contradicción enorme. El amor es uno de los sentimientos mas bellos, nace de la comprensión, del entendimiento, de la tolerancia; crece con la convivencia, con el conocimiento mas profundo, con las pequeñeces que te hacen sonreír. El amor no puede alimentarse de sufrimiento y lágrimas, cuando menos no cuando estos últimos son mayores que los primeros. Entonces nos damos cuenta que no es amor, es algo completamente opuesto y que se puede llamar dependencia, autodestrucción, miedo a la soledad o cualquiera de estas posiciones que evidentemente no tienen nada que ver con el amor. Cuando nos racionalizamos esta situación podemos darnos cuenta que efectivamente es una relación que no nos hace feliz, entonces ¿que hacemos ahí? ¿porque empeñarnos en mantener algo que nos tiene con los ojos hinchados o gastritis?
En estas situaciones no siempre es fácil notarlo, hay quien dice que el amor es ciego, yo diría que la necedad supera cualquier razonamiento y sentimiento. Creo que para terminar con algo que nos hace daño lo primero es aceptarlo como tal y después, quitarnos la venda de los ojos, enfrentar todas esas cosas que nos hacen daño bajo el lente de la razón, platicarnos a nosotros mismos las situaciones que nos hieren sin darles justificación pero lo mas importante es aceptarnos y querernos, sabernos merecedores de algo que nos haga feliz y no de cualquier cosa que caiga. Cuando llegamos a ese punto, la cosa es cuesta abajo, se desliza ese sentimiento que en realidad ya no tenemos, sino lo fingimos ante nosotros mismos y vemos las cosas honestamente. Nada mas cierto que mas vale solo que mal acompañado.

domingo, 5 de junio de 2011

Paliativos sociales

La ociosidad mientras alguien lava mi carro puede ser productiva. Hoy, durante ese tiempo muerto para mi, observaba a mi alrededor y vi algo que llamó mi atención: los empleados del local intercambiaban películas a todas luces piratas; gran cantidad de ellas. Esto me hizo recordar a alguien que se jacta de tener mas de 300 películas y el doble de discos de música (todos ellos adquiridos en los puestos a menos de veinte pesos cada uno, piratas, obviamente); en aquel entonces me preguntaba yo si habría 300 películas comerciales que valieran la pena y si alguien tendría tiempo para verlas todas; ni hablar de los discos. ¿Porque la gente compra películas piratas? dirán que porque son baratas pero, si hacemos la cuenta 300 películas a 20 pesos cada una son 6,000.00 pesos. Es una cantidad bastante respetable, lo cual nos indica que el alegre poseedor de ellas no es precisamente pobre, muchos de nosotros no tenemos ni la mitad de esa cantidad invertido en películas originales. 

Esto me lleva a una premisa: cantidad antes que calidad. No importa que tengamos cosas de mala calidad, el chiste es tener muchas; eso lo vemos en la cantidad de cosas "Gucci", "Boss", "Channel" que se venden a montones en los puestos de piratería (similares, si prefieren el término), no se trata de tener algo de "marca" (que es un término difuso, todo tiene marca) sino de tener la etiqueta, la calidad es lo de menos que es lo que se supone venden esas marcas famosas.

¿A que se debe este fenómeno? A que la publicidad te dice que la felicidad es tener, es parecer, es que los demás te envidien. No importa si de las 300 películas que tenemos sólo 5 valgan la pena y el resto las hayamos comprado por baratas, las veamos una vez y a guardarse; no importa si a nuestros tennis "Converse" se les cae la suela antes de 6 meses, la idea es acumular cosas y parecer (que esto último nunca se logra, a la piratería se le nota a leguas que lo es).
¿Porque el título del artículo? Porque mientras nos alcance para comprar películas, ropa, discos piratas nos sentimos parte de la sociedad. La idea es mantenernos tranquilos y que manera mas fácil que haciéndonos creer que somos muy listos porque compramos en un puesto una película que en el comercio nos cuesta cinco veces mas, así nos sentimos hábiles, creemos que burlamos el sistema cuando estamos haciendo exactamente lo que se espera: distraernos con pequeñeces para que no nos ocupemos de lo que importa, de lo que nos ha llevado a este punto donde asumimos que lo normal es tener lo mínimo indispensable para vivir y el resto lo conseguimos porque somos mas listos que las autoridades quienes sabemos en el fondo, manejan esos mismos puestos de piratería que nos dan las cosas casi regaladas. El negocio perfecto: estamos pobres pero no importa, porque podemos comprar piratería barata, la cual es negocio de esos mismos que nos mantienen pobres. ¿así o mas cínico?

jueves, 2 de junio de 2011

De noviazgos, compromisos y otras musarañas

Por ahí dicen que el ser humano es un animal gremial, que no podemos estar solos y que es natural e instintivo formar una familia. Bueno, no lo dicen "por ahí" lo dicen en todas partes, en todos los tonos y a la menor provocación. Gracias a este bombardeo de una imagen perfectamente asentada en nuestra sociedad, los seres humanos convertimos la búsqueda de una pareja en una necesidad en muchos casos prioritaria a cualquier otra y luchamos con uñas y dientes por conseguirlo.
Si una mujer es soltera y sin galán a la vista a los 30 años, las tías, vecinas, amigas y hasta madres la tachan de quedada, solterona (como sinónimo de amargada), incompleta; las preocupadas madres comienzan a preguntarse que hicieron mal, los padres se truenan los dedos pensando en que le pasa a su hijita y las amigas y familiares comienzan a buscarle pareja hasta en el mercado. En el caso de un hombre la cosa se torna mas escabrosa "seguro es gay" (una vez mas, usando "gay" como el colmo de la depravación), los amigos le presentan chicas de "buen ver" y hasta los padres tienen conversaciones serias con él acerca de la necesidad de tener una novia. En el caso mas leve el hombre en cuestión es tachado de irresponsable, inmaduro y cobarde.
Esa noción de ser seres incompletos sin una pareja está tan difundida que nos desesperamos por tenerla y caemos en situaciones absurdas, deprimentes y hasta ridículas en el afán por tener una pareja, especialmente las mujeres (con eso de ser inferiores, se vuelve una necesidad patológica), quienes nos jugamos todo por un novio o marido.
Empezando porque cualquier hombre con quien salgamos, aunque sea a comer tacos, es un novio en potencia. Somos incapaces de pensar que si un hombre nos hace conversación en el café sea exclusivamente porque está aburrido o estamos viendo el mismo partido o leyó el libro que tenemos en la mesa; inmediatamente pensamos que quiere "algo" con nosotras (que hay gran cantidad de casos en que es así). Si salimos con un hombre varias veces seguidas empezamos a preguntarnos "¿va en serio?" y yo me pregunto ¿que es "en serio"? porque como dice Wilde, "la vida es algo demasiado importante como para tomarla en serio". Entonces comenzamos con una campaña dirigida a que el hombre en cuestión nos diga las tan anheladas palabras "¿quieres ser mi novia?", bueno, quizá no de esa manera, pero buscamos alguna confirmación de que ya es nuestra pareja. Caemos entonces en un juego repetido hasta el cansancio:
La mujer: -yo no soy una cualquiera, no me acuesto mas que con mi novio
El hombre (que está pensando en acostarse con ella) -claro, así debe ser
Eventualmente él se hará su novio porque está advertido que no tendrá sexo si no lo es, así que simplemente le dice a ella lo que quiere escuchar para conseguir lo que quiere tener, serán novios un par de meses hasta que se den cuenta que no tienen nada en común mas que las ganas de tener sexo, por supuesto ella no cejará tan fácilmente, al fin de cuentas ya se acostó con él (y seguimos creyendo que es muy importante) y él se hartará de una compañía que no entiende como conserva (en ese sentido los hombres son mas honestos que las mujeres, además de no ser mal vistos por acostarse con muchas mujeres, lo que les da la ventaja de no tener que mentirse). Al final habrá rompimiento con llanto, gritos e insultos; él quedará como un desgraciado que nada mas quería "eso" y ella como la pobre engañada, sin darse cuenta que se engañó sola. Este cuento macabro se repite ad infinitum en nuestra sociedad.
Yo me pregunto ¿como va a funcionar una relación que desde un inicio se forzó? Si fuéramos mas honestos el camino sería: salgo con alguien porque me agrada su compañía, me cae bien, tenemos conversación, me gusta, en fin, por lo que sea; pero el hecho de salir con alguien no compromete a nada, no es indicio mas que de una ligera atracción inicial. Después de varios encuentros, escenarios, momentos, tendremos elementos para saber si tenemos puntos de coincidencia con esa persona y en que consisten, puede ser que alguien nos guste terriblemente en cuanto al físico, pero ya mas cerca, nos damos cuenta que no tenemos nada en común o que si lo tenemos pero la atracción no es de pareja sino de amigos (en el mundo real, el 90% de las veces nos negaremos a aceptar la amistad porque estamos buscando pareja y a la larga perderemos ambos). Puede ser también que después de salidas, cenas, cine, copas o lo que sea resulte que si hacemos pareja y entonces todos felices, pero esto debe darse por si mismo, debe ser espontáneo y honesto, no debemos ocultar facetas de nosotros con tal de complacer al otro y sopesar si las cosas que no nos gustan de esa persona son tolerables o de plano podrían provocar una guerra porque esa es otra actitud propia en la caza de pareja: ocultamos cosas que creemos no le gustarán al otro y fingimos otras que creemos le complacen; nadie puede actuar una vida entera y eventualmente lo que escondemos salta a la vista y lo que pretendemos nos traiciona.
Mientras no aprendamos a ser felices y completos por nosotros mismos, sin una pareja, estamos condenados a repetir este tipo de historias, en cambio, cuando nos sentimos seres humanos enteros, contentos con lo que somos, disfrutamos nuestra soledad y nos sabemos felices, entonces estamos listos para tener una pareja a la cual no se busca, sola aparece. Cuando podemos decir "soy feliz contigo, pero también lo soy sin ti" es cuando verdaderamente vamos a disfrutar la compañía de una pareja.