jueves, 31 de enero de 2013

El Sistema: causa y consecuencia

El Sistema tiene muchas definiciones, en este caso lo veré como esa maquinaria que rige la vida de quienes vivimos en él.
En esta definición encuentro un círculo muy curioso y a la vez peligroso. Empezamos con que es un sistema de consumo: produces algo, lo intercambias por dinero y ese dinero sirve para adquirir satisfactores que tu no produces, es decir, consumes lo que otros producen. En un concepto ideal, lo que uno genera debería dar el dinero suficiente para obtener todo el resto de los satisfactores que hacen falta para vivir. El problema de este sistema es que se basa en la ambición, producir lo mínimo para obtener lo máximo.
Por otro lado, nuestra sociedad se va sofisticando y ya no es suficiente tener vestido, sino tener el de mejor calidad, no se trata de tener alimentos sino de tener los mas caros. ¿como llegamos ahi? fácil, el ser humano es hedonista, quizá por definición, nos gusta lo bonito, lo agradable, lo cómodo. De ahi al lujo no hay mucha distancia. En esta parte entra otro elemento en el cual nos hemos sofisticado hasta el absurdo: la publicidad, tema en el que en estos últimos 50 años nos hemos vuelto expertos y el valor que a esta se da rebasa cualquier surrealismo.

La publicidad nos dice que es lo mejor, que debemos comprar, comer, ver, nos dice que necesitamos para ser felices, que hemos de tener para sobresalir (que es otra gran preocupación del ser humano). Si sumamos la primera premisa (ambición) y esta otra (la publicidad) tenemos como resultado una sociedad de consumo con gente sin ganas de producir pero si de tener. Habrá algunos con mas posibilidades que otros para esta fórmula quienes son los dueños, los patrones, los privilegiados económicamente y por supuesto, son minoría. La gran masa pertenece al otro lado del espectro, no pueden llevar a cabo ese ideal, deberá hacer un gran esfuerzo para producir, obtendrá poco dinero y por ende, satisfactores mínimos... bueno, mínimos con referente en la publicidad, la que curiosamente, está diseñada precisamente para ese grupo. Así, la publicidad dice qué debes tener pero su papá, el sistema no te lo permite. La publicidad te mete en una carrera donde tener objetos es la meta, pero nunca se alcanza ya que si logras tener algunos, en poco tiempo aparecen los mismos pero "mejorados" y los tuyos son obsoletos por lo que vuelves a la carrera que se vuelve eterna.
Esta situación coloca a la mayoría de la gente en una situación de angustia y frustración ya que nunca verá cumplidos sus deseos. Una de las consecuencias de esto es buscar la manera de tener lo que nos publicitan a costa de lo que sea, habrá quien se mate literalmente trabajando y otros que decidan tomar otros caminos, ya sea a través de la corrupción (pidiendo compensaciones extras por su trabajo) o de delitos un tanto mas serios como el robo, secuestro o fraude. Claro que para esto casos el sistema ha creado castigos que van desde multas (dinero, por supuesto que es el medidor de todo) hasta privación de la libertad (cárcel).
Ahi es donde está el círculo: el sistema te restriega en la cara lo que debes tener, pero al mismo tiempo no te lo permite y entonces se inventa castigos para evitar lo que él mismo está provocando. Por supuesto que esta situación se presenta para el vulgo, la bola, los privilegiados hacen lo mismo pero por el camino legal, el cual también está creado para protegerlos.

Debemos aprender a diferenciar necesidades de ansias, a darle el justo valor a cada cosa y no dejarnos llevar por la publicidad que quizá sea el arma mas peligrosa de quienes ostentan el poder para romper el círculo, aprender que los satisfactores deben ser a medida, cada quien tendrá diferentes necesidades y no las que la publicidad dicta.

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