jueves, 18 de agosto de 2011

Yo merezco mas

A raíz de escuchar esta frase en una conversación me vino a la cabeza el concepto del que se habla y como hay que salirse un poco a veces de los temas políticos y sociales en los que he estado últimamente se me ocurre analizar este asunto. Por cierto que como soy mujer abordaré el tema desde este lado que lo manejo un poco mejor.
Es común esta frase cuando una mujer decide terminar una relación sentimental con alguien y en muchos casos es perfectamente válida pero el caso que quiero tocar es el de nuestra propia idealización.
Somos mujeres fuertes, trabajadoras, responsables, inteligentes, con opiniones propias y echamos a andar el cerebro con cierta frecuencia; de ahi que consideramos que el hombre a nuestro lado debe ser tan genial como nosotras porque merecemos mucho, entonces quien quiera estar con nosotras debe ser: inteligente, cariñoso pero sin ahogar, atento pero sin tratarnos como lisiadas, amable, cooperador, responsable, independiente, paciente, ingenioso, leal, noble. Esa no es una persona, es un ideal.
Muchas veces pasa que nos topamos con alguien con quien nos entendemos bien, con quien disfrutamos la vida, con quien las horas se pasan sin notarlo pero resulta que esa persona es desordenado o le matan los videojuegos (y nosotras no sabemos ni prender el X-Box) o no soporta las reuniones sociales; entonces empezamos a hacerle campaña en contra al videojuego, nos ponemos verdes cuando encontramos sus calcetines abajo de la almohada o le ponemos una cara tremenda porque no quiere ir al cumpleaños de la tia Lola, a la larga estas cosas crecen y terminamos pensando que es un desconsiderado, flojo y adicto al jueguito en cuestión, es entonces cuando surge el "yo merezco mas" y decidimos dejarlo con cara de sorpresa porque él no entiende porqué, si la pasamos bien juntos decidimos que no es suficiente.
Cuando decimos que merecemos mas, es porque no estamos dispuestas a pasar sus defectos o faltas (a nuestros ojos) sin vernos con ojo crítico y darnos cuenta que con todo y las maravillas que somos, dejamos la cafetera prendida casi diario (ya se rompieron tres por el calor o ya provocamos un corto), olvidamos pasar a la tintorería cada que nos toca (no hay un solo abrigo en el closet y está casi nevando) o somos capaces de morder al que nos interrumpa cuando estamos viendo nuestra serie de TV predilecta (mas ejemplos aleatorios).
Las mujeres fuertes e independientes tendemos a caer en estas situaciones, estamos tan acostumbradas a ser ejemplo a seguir, a decir la última palabra, a ser casi perfectas que nos la creemos, pasamos por alto nuestros errores y defectos porque "son pequeñeces". En este sentido los hombres son quizá mas honestos, conocen sus defectos y lo mas importante, conocen los nuestros y están dispuestos a aceptarlos como parte de nuestro carácter (ojo, este artículo no se refiere a relaciones patológicas, donde hay abuso, donde un hombre crucifica a una mujer por no ser su ideal, estamos hablando de relaciones mas simples y de hombres sin patologías de este tipo) ¿porque nosotras no? ¿porque no podemos ver aquel que está con nosotras es un ser humano? ¿porque cuando tenemos una relación agradable nos empeñamos en poner atención a las pequeñeces? No digo que todos los defectos sean poco, pero debemos poner en la balanza lo bueno y lo malo, lo que nos gusta y nos disgusta, si tenemos una pareja con quien estamos bien pero hay cosas que no nos gustan debemos valorarlas y pensar que los seres humanos somos paquetes completos, traemos cosas buenas y malas, no hay nadie con puras buenas (que es relativo, lo bueno para mi puede no ser bueno para ti).
 Ese carácter que nos gusta es resultado de un todo, de un conjunto de acciones, sentimientos, costumbres, valores y entre ellos seguramente hay muchos que no compartimos y esos son los que debemos analizar racionalmente, ser honestas con nosotras y saber hasta donde estamos dispuestas a pasar por alto algo porque también seamos realistas, no se le van a quitar, no va a dejar de ser como es, si lo conocimos desordenado no se le va a quitar, lo intentará, pero difícilmente lo eliminará, si lo conocimos coqueto lo será hasta en el geriátrico, estas son las cosas que debemos valorar y decirnos que tan dispuestas estamos a transigir, a aceptar; si no lo estamos, habrá que decirlo eso si pero no nos idealicemos, no merecemos alguien perfecto, alguien ideal porque no existe, merecemos un ser humano que tendrá tantos defectos como nosotras.

1 comentario:

  1. Mientras no entendamos que es un complemento y no un subsanador o "llenador" de vacíos, será difícil encontrar un merecedor de semejante trofeo.
    Aunque debo decir que muchas veces esa frase es como sinónimo a l patada de ahogado "al cabo ni que quería" que después que te dejan, no te queda mas que decir... Ja ja ja

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